Lo que debe saber
El frío puede hacer que el nivel de azúcar en la sangre suba de forma repentina de varias maneras. Sin embargo, usted no tiene que dejar que el tiempo frío tome la delantera. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a estar pendiente del cuidado de la diabetes cuando hace frío afuera.

Cómo el frío puede hacer que su nivel de azúcar en la sangre suba de forma repentina
El estrés y la insulina
Las temperaturas frías pueden estresar su cuerpo. En respuesta, su cuerpo libera hormonas del estrés, como el cortisol, para proporcionar un aumento de energía. Estas hormonas reducen la producción de insulina.
Dado que la insulina ayuda a las células del cuerpo a absorber el azúcar de la sangre, tener menos insulina significa que más azúcar permanece en la sangre. Las hormonas del estrés también estimulan al hígado para que produzca y libere más azúcar, lo que provoca un aumento en sus niveles de azúcar en la sangre.
Influenza
La actividad de la influenza (gripe) a menudo comienza a aumentar en octubre y alcanza su punto máximo entre diciembre y febrero. La influenza puede hacer que su cuerpo libere hormonas del estrés para aumentar la energía y combatir la infección. Esto causa un aumento en los niveles de azúcar en la sangre.
Fiestas de fin de año
Durante la temporada de fiestas de fin de año, las celebraciones, los banquetes familiares y las cestas de regalo pueden alterar su plan de comidas. El frío gélido también puede hacer más difícil estar afuera y mantenerse físicamente activo. Los cambios en sus planes de comidas y actividades pueden aumentar su nivel de azúcar en la sangre.
Cómo estar pendiente de su salud cuando hace frío
Revise su nivel de azúcar en la sangre regularmente y hágalo con mayor frecuencia si está enfermo o presenta síntomas de niveles bajos de azúcar en la sangre. El invierno puede enfriar sus manos, lo que hace que la prueba sea más dolorosa. Intente calentar sus manos cerca de un calefactor o póngalas alrededor de una taza de agua tibia antes de realizar la prueba.
Manténgase abrigado. Acurrúquese bajo una manta, haga alguna actividad física en casa o beba una taza de té caliente. Pero tenga cuidado si usa mantas eléctricas, almohadillas térmicas o calentadores de pies. Es posible que no se dé cuenta de que la temperatura está demasiado alta y se queme la piel.
Póngase la vacuna contra la influenza todos los años. La vacunación contra la influenza puede reducir las probabilidades de contraer la enfermedad, las visitas a consultorios médicos, las ausencias al trabajo y a la escuela, así como la gravedad de la enfermedad si la contrae.
Revísese la piel y los pies todos los días. El frío generalmente viene acompañado de aire seco. Los calefactores interiores y de los autos también pueden resecar la piel. La piel seca y con picazón puede agrietarse, lo que podría causar una infección. Preste mucha atención a su piel y pies para que pueda notar problemas temprano y recibir tratamiento de inmediato.
Agregue actividades en lugares interiores a su rutina diaria. Pruebe usar un video de yoga o Zumba. Invite a su familia o amigos a que lo acompañen para hacerlo divertido.
Manténgase en el camino correcto sin importar lo que esté cocinando. Siga los consejos para tener una alimentación saludable, como reducir otros carbohidratos durante la comida cuando coma algo dulce.
Mantenga sus medicamentos, suministros y equipos lejos del frío extremo. Tendrá que mantener la insulina fría, pero no permita que se congele. La insulina congelada ya no funciona, ni siquiera cuando se descongela. El frío también puede dañar las bombas de insulina y los monitores continuos de glucosa.
Prepare un kit de respaldo. Tener un kit para el cuidado de la diabetes puede ayudarlo a manejar la enfermedad durante situaciones de emergencia, como una tormenta de nieve.